El pijama para bebé forma parte de los imprescindibles en el armario de tu peque desde sus primeras semanas de vida. Extremadamente cómoda, esta prenda permite vestirlo por la noche. ¿Qué criterios seguir para escoger el modelo adecuado de pijamas para niña o niño? ¿Cómo acertar seguro? KIABI responde a todas tus dudas en esta guía.
La elección de un pijama para tu niña o tu niño es importante. Si no se encuentra a gusto, sus noches se verán sin duda afectadas... Un bebé que tiene calor, frío o que siente que la ropa le aprieta demasiado correrá el riesgo de despertarse por falta de comodidad. Por tanto, se recomienda encarecidamente prestar atención a la hora de elegir un pijama infantil. El objetivo es que favorezca un sueño de calidad para el peque... Pero también para los padres.
Además, un pijama para bebé escogido correctamente también respeta su delicada piel. Por ello, la elección del tejido también es fundamental.
Para acertar con los pijamas infantiles de su colección, es conveniente considerar varios criterios: la edad y la altura del bebé, el tejido de la prenda, el tipo de cuidados que necesita y la seguridad, sobre todo para los más pequeños.
Ante todo, es importante distinguir los pijamas para bebés de los modelos para niños. Se deben priorizar los sacos de dormir desde el nacimiento hasta los dos años aproximadamente. Estas propuestas enterizas cubren los pies y el vientre de tu peque sin importar cuánto se mueva. Además, este tipo de pijama no tiene una banda elástica en la cintura, por lo que es muy agradable de llevar. No obstante, procura elegir prendas con corchetes en la entrepierna o las nalgas para poder cambiarle el pañal fácilmente y sin desvestirlo por completo.
Más adelante, cuando tu peque cumpla los dos años, es posible optar por pijamas de niño o pijamas de niña; en otras palabras, por modelos de dos piezas. Una de las razones es que los pijamas tipo pelele dejan de ser prácticos cuando comienza a caminar, ya que tienden a deslizarse. El otro motivo es que los pijamas de dos piezas se adaptan mejor al aprendizaje para usar el baño. El pantalón puede retirarse fácilmente cuando tu peque necesita ir al servicio sin quitar la parte de arriba. Aparte de aprender a usar el baño, favorecen su independencia porque le permiten vestirse y desvestirse sin ayuda.
Es necesario tener en cuenta la altura de tu niño para elegir un pijama infantil. Las indicaciones en las etiquetas, como "3 meses", "12 meses" o "24 meses", no siempre se adaptan al tamaño real de su cuerpo, que depende de la altura y el peso. Por tanto, escoge un pijama para bebé de la talla correcta para que se sienta a gusto mientras duerme. ¿Dudas entre dos números? Opta siempre por la talla más grande. De esta forma, le valdrá durante más tiempo. Lo mismo sucede si realizáis porteo con frecuencia, ya que es importante que el pijama no le quede demasiado ceñido.
La elección del material para su pijama infantil también es fundamental. Todo depende de la estación y la temperatura exterior. En otras palabras, para las frías noches de invierno y otoño prioriza los tejidos suaves, cómodos y cálidos de los pijamas de terciopelo, algodón grueso o lana. Por el contrario, para las calurosas veladas de primavera y verano, escoge principalmente los materiales ligeros y transpirables de los pijamas de algodón orgánico o lino. En cualquier caso, no se recomiendan las fibras sintéticas porque se corre el riesgo de que dañen la delicada piel de tu peque. Ten en cuenta que la certificación OEKO-TEX® asegura la ausencia de sustancias nocivas o tóxicas en la producción de textiles, una garantía de calidad y respeto para su piel.
En los pijamas de bebé niña o niño, es indispensable respetar la altura del peque para evitar cualquier riesgo de asfixia. En el caso de que la propuesta incluya corchetes (o cualquier otro sistema de cierre), fíjate también en que estén correctamente sujetos y que no se puedan retirar, ya que podría intentar introducirlos en la boca.
Con respecto al lavado, respeta siempre las instrucciones indicadas en la etiqueta. En cualquier caso, algunos materiales son más fáciles de cuidar que otros, como los pijamas de algodón o poliéster. Aunque una limpieza adecuada es sin duda necesaria, para evitar las manchas difíciles y visibles es preferible elegir pijamas de colores relativamente oscuros o con estampados.
Antes de los dos años, se recomienda encarecidamente que el bebé descanse en un saco de dormir para garantizar su comodidad y su seguridad. En este caso, el primero criterio que se debe tener en cuenta es elegir la talla correcta para evitar cualquier riesgo de que se deslice y se asfixie. El tejido, los colores, el sistema de cierre y el índice de aislamiento térmico (o TOG) también son factores que considerar.
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Los pijamas de invierno y verano para bebé no serán del mismo grosor ni tendrán la misma longitud ni se confeccionarán con el mismo material. Analizamos los tipos de propuestas que existen para cada estación.
Sin duda, en invierno se recomienda priorizar la gama de pijamas abrigados para bebé, es decir, los pijamas polares. Además, para las noches frescas, existe la opción de usar un pijama entero para niña o niño de manga larga. También llamado mono para dormir, este tipo de prenda cubre al peque de la cabeza a los pies. De la misma forma, los pijamas de dos piezas, con una parte de arriba de manga larga y un pantalón o unos leggings, son apropiados para esta época del año. Para las niñas, un camisón de manga larga también es una opción recomendable para maximizar la comodidad. No te olvides tampoco de las Batas, ideales para llevar sobre el pijama durante la cena o al levantarse por la mañana en los días más fríos.
En verano, cuando las noches son más suaves, no es necesario cubrir demasiado al peque. Opta por propuestas frescas en algodón o lino, como un camisón de manga corta, una camiseta de tirantes o un pijama corto, compuesto por una pieza de arriba ligera y un short como prenda de abajo, ideales para los niños.
Con respecto al estilo, dispones de una amplia gama de opciones. Existen una gran variedad de propuestas: pijamas estampados o básicos, en tonos vibrantes o neutros, etc. Muchos modelos conceden el protagonismo a animales tiernos y adorables para ayudar a tu peque a relajarse y dormir plácidamente. Si le encanta Disney o La Patrulla Canina, por ejemplo, también encontrarás múltiples pijamas con dibujos infantiles y de sus superhéroes favoritos.
Además, algunas opciones se diseñan para ocasiones concretas, como los Pijamas de Navidad . Resulta difícil resistirse a estas prendas tan originales, perfectas para lucir en las veladas del mes de diciembre y vivir momentos llenos de magia y felicidad. Decántate por un onesie inspirado en un reno o un zorro, por un mullido pijama polar con capucha o por el tradicional set de dos piezas con estampado de cuadros rojos. Dispones de una amplia colección de pijamas navideños infantiles para disfrutar de estas fechas tan esperadas por los pequeños... ¡Y los mayores!
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Se deben priorizar los tejidos naturales para que la piel del bebé se mantenga a una temperatura adecuada por la noche y limitar el sudor. Por tanto, elige pijamas de algodón o lino. Con respecto al corte, escoge los modelos más ligeros, como los pijamas cortos o los camisones de manga corta.
Se recomienda pasar al pijama sin pies para bebé en torno a los dos años, cuando comienza a explorar su entorno y aprende a usar el baño. Este modelo también se aconseja en verano, incluso para los más pequeños, con el fin de que sus pies se mantengan frescos.
El momento de cambiar la talla de un pijama infantil llega cuando observas que la prenda le aprieta un poco y que ya no se puede mover tan libremente. En cuanto a los pijamas tipo pelele, se puede detectar una talla demasiado pequeña cuando el bebé no puede estirar las piernas correctamente. Es importante que se sienta siempre a gusto con su ropa de dormir para que su descanso sea reparador.
No existe una frecuencia ideal para cambiarle el pijama a tu peque. Múltiples factores pueden obligarte a usar diferentes modelos cada día, como un exceso de reflujos o el desbordamiento del pañal. Es posible que una gran cantidad de sudor también requiera rotar sus conjuntos más habitualmente. Por el contrario, si tu niño es mayor, no transpira mucho o come sin mancharse, puedes cambiarle la ropa para dormir una o dos veces a la semana.