Los paseos con el bebé no se improvisan. Es necesario preparar algunos complementos imprescindibles para salir con tranquilidad. La comida, los pañales, la ropa... ¿Cómo vestir al bebé para un paseo? ¿Qué productos no debes olvidar cuando vayas con tu peque a la calle? KIABI responde a todas tus dudas en esta guía.
Poco importa la estación o el momento del día, hay tres productos que son verdaderos must-have durante cualquier paseo con el bebé: el carrito, el bolso cambiador y el fular de porteo.
El carro del bebé es, sin duda, el elemento imprescindible en todos los paseos para llevar al peque sin renunciar a la comodidad. El cochecito también es muy práctico para colocar objetos debajo del capazo o del saco y para enganchar el bolso cambiador.
Piensa también en los accesorios del carro: la sombrilla para proteger al bebé del sol, el saco para la silla de paseo y la cubierta de lluvia para días fríos y grises.
Para disfrutar de las salidas, el carrito debe elegirse correctamente teniendo en cuenta el estilo de vida (en la ciudad, en el campo, el uso de transporte público, etc.), el número de hijos y su edad, así como el presupuesto disponible.
El fular de porteo o portabebés es un elemento que complementa al carrito. Este accesorio permite llevar al peque acurrucado contra ti si necesita tranquilizarse. De esta forma, es posible que se duerma plácidamente y que te libere las manos para que puedas ocuparte de tus tareas. Por ello, el fular portabebés es un complemento muy práctico para los paseos en familia.
Tanto si salís solamente para hacer recados como si tenéis previsto un paseo más largo, el bolso cambiador te acompañará a todas partes. Contiene todo lo necesario para limpiar al peque —pañales, ungüentos, algodones, etc.—, así como los accesorios para la comida del bebé, como el babero, el biberón, los medidores de leche o incluso un pequeño tarro de puré. Procura también incluir un peluche y un chupete, siempre útiles por si se cansa.
Ten en cuenta que algunos modelos de bolsos cambiador integran una esterilla, ideal para cambiar al peque en cualquier circunstancia.
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Cuando llegan las altas temperaturas estivales, es fundamental tomar ciertas precauciones para pasear con el bebé. Enumeramos a continuación los objetos que es necesario llevar para una salida tranquila y segura:
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En otoño o en invierno, el principal factor es proteger al peque del frío y la lluvia durante las salidas. Para ello, opta por los siguientes must-have:
Sin duda, el bolso cambiador para bebé es un elemento imprescindible en cualquier paseo, pero es fundamental llenarlo con los productos adecuados:
Como hemos mencionado anteriormente, los paseos con el bebé implican llevar todo lo necesario para una o varias comidas según la duración de la salida. Para ello, procura incluir diversos baberos, sobre todo si todavía es muy pequeño y tiende a convertir cada uno de estos momentos en un auténtico campo de batalla. No te olvides tampoco de una o varias cucharas ni, por supuesto, de los propios alimentos.
En función de la edad de tu peque, la comida puede implicar únicamente un dosificador de leche y un biberón lleno de agua o un almuerzo más completo con un tarro pequeño, una papilla, un yogur, una fruta, pan o, incluso, algunas galletas si llega la hora de merendar. Si le das el pecho y aún no ha comenzado la diversificación alimentaria, puedes salir sin tantos accesorios, pero procura incluir de todas formas un cojín de lactancia.
Para resguardar bien a tu peque del frío es importante taparlo, pero con moderación. Aparte del número de capas de ropa, el tejido de las prendas tampoco debe elegirse de forma aleatoria. Prioriza las piezas de algodón combinadas con lana polar. Estos materiales resultan ideales para optimizar la comodidad del bebé mientras lo protegen eficazmente del frío.
No existe una norma específica con respecto a los paseos con el bebé ni tampoco una edad mínima. No obstante, el sistema inmunitario de los recién nacidos de menos de 6 semanas es todavía muy frágil frente a virus e infecciones, sobre todo durante el invierno. En este caso, es necesario acortar las salidas lo máximo posible. Además, procura adaptar los paseos a las estaciones. Por ejemplo, en verano es preferible salir antes de las 10 de la mañana o por la tarde, a partir de las 18 horas, para evitar las franjas más cálidas del día.
Más allá de los accesorios que preparar, una salida tranquila debe organizarse también según el sueño del peque. En la medida de lo posible, intenta respetar sus horas de siesta y acomodar los paseos antes o después. El hecho de dormir en la cuna, tranquilamente en su habitación, le ofrecerá un reposo de mayor calidad que una siesta entrecortada en el carrito. Asimismo, si el bebé está descansado, todo el mundo disfrutará más de la salida.